1. El Señor ha estado grande
a Jesús resucitó.
Con María sus hermanos,
entendieron qué pasó.
Como el viento que da vida,
el Espíritu sopló
y aquella fe incierta,
en firmeza se cambió.
GLORIA AL SEÑOR,
ES NUESTRA ESPERANZA
Y CON MARÍA SE HACE VIDA TU PALABRA.
GLORIA AL SEÑOR, PORQUE EN SILENCIO
GUARDÓ LA FE SENCILLA Y GRANDE
CON AMOR.
2. Pues sus ojos se abrieron
y también su corazón.
La tristeza fue alegría,
fue su gozo el dolor.
Esperando con María,
se llenaron del Señor,
porque Dios está presente,
si está limpio el corazón.